Textos de la confirmación
Presentación de los candidatos
Estos grupo de jóvenes y adultos fueron bautizados en la promesa de que serían “educados en la fe”, y de que “un día recibirían por la Confirmación la plenitud del Espíritu Santo”.
Como responsable de la acción catequística, tengo la satisfacción de decir a la comunidad reunida y al Delegado Episcopal que han recibido la catequesis adecuada a su edad.
Se irá nombrando a cada uno de los candidatos. Al escuchar su nombre se ponen de pie.
Renovación de la promesas del bautismo
S: Y ahora, antes de recibir el don del Espíritu Santo, conviene que renovéis ante mí y ante los fieles aquí reunidos, testigos de vuestro compromiso, la fe que vuestros padres y padrinos, en unión con toda la Iglesia, profesaron el día de vuestro bautismo.
¿Renunciáis a Satanás y a todas sus obras y seducciones?
C: Sí, renuncio.
—¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
C: Sí, creo.
— ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos, y está sentado a la derecha del Padre?
C: Sí, creo.
— ¿Creéis en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que hoy os será comunicado de un modo singular por el sacramento de la Confirmación, como fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés?
C: Sí, creo.
— ¿Creéis en la santa Iglesia católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados y en la resurrección de la carne y en la vida eterna?
C: Sí, creo.
Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.
T: Amén
Imposición de manos
S: Oremos, hermanos, a Dios Padre Todopoderoso y pidámosle que derrame el Espíritu Santo sobre estos hijos de adopción que renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo, para que los fortalezca con la abundancia de sus dones, los consagre con su unción espiritual y haga de ellos imagen perfecta de Jesucristo.
(Oración en silencio)
S: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado, escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Defensor; llénalos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad, y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
T: Amén.
Crismación
Cada candidato, por orden, va ante el Obispo acompañado de su padrino.
Al llegar, de rodillas, el padrino coloca su mano derecha sobre el hombro izquierdo.
Acto seguido el padrino dice –de forma clara– el nombre del candidato al sacerdote.
El Obispo moja su pulgar derecho en el crisma, y con él, hace la señal de la Cruz sobre la frente.
S: [Nombre], recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo.
Confirmando: Amén.
S: La paz esté contigo.
Confirmando: Y con tu espíritu.