Es el primer sacramento y marca la entrada del creyente en la comunidad cristiana. Se realiza mediante la inmersión en agua bendita, simbolizando la purificación y el renacimiento espiritual
Este sacramento fortalece la fe recibida en el bautismo. El fiel recibe la plenitud del Espíritu Santo a través de la imposición de manos y la unción con aceite sagrado por parte del obispo.
Considerado el sacramento más importante, representa el cuerpo y la sangre de Cristo. Durante la misa, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, que se ofrece a los fieles como alimento espiritual.
Une a un hombre y una mujer en matrimonio. Se realiza mediante la promesa mutua de amor y fidelidad ante Dios y los testigos, y la bendición del matrimonio por parte del sacerdote.
Permite a los fieles arrepentirse de sus pecados y recibir el perdón de Dios. Se realiza mediante la confesión de los pecados a un sacerdote y la realización de una penitencia.
Este sacramento se otorga a las personas que están enfermas o en peligro de muerte. Se realiza mediante la unción con aceite sagrado y la oración por la sanación física y espiritual.
Es el sacramento que se otorga a los hombres que desean convertirse en sacerdotes. Se realiza mediante la imposición de manos por parte del obispo y la oración por el fortalecimiento de la vocación sacerdotal.